
Todos hemos escuchado la expresión «Me importa un comino», la cual viene a describir una cosa insignificante o de poco valor. Lo curioso es que no es la única frase con el mismo significado en el que se utiliza un producto del mundo vegetal. Es posible cambiar el comino por un rábano, un pepino, un pimiento o un bledo (planta de tallos rastreros) y tendrá el mismo sentido. ¿Acaso tan poco valen las plantas?
Origen de la expresión
El origen de la «me importa un comino», como muchas otras, es incierto aunque hay varias hipótesis.
Por un lado tenemos la hipótesis relacionada con la abundancia de la planta, de hecho se dice que el comino es la segunda especia más popular después de la pimienta. En este sentido, algunos dicen que la expresión proviene de Francia del siglo XIX habiendo tal abundancia de comino que incluso fue considerado una plaga.
La otra hipótesis tiene que ver con su pequeño tamaño, similar a un grano de arroz. Según cuenta la historia, cuando a los comerciantes de especias españoles se les caía algunas semillas al suelo, eran tan pequeñas y de tan poco valor que ni siquiera se agachaban a recogerlas.