La chía se conoce desde hace más de 5500 años. Las semillas de chía fueron uno de los componentes más importantes de la dieta de mayas y aztecas. La composición química y las propiedades tecnológicas de la chía confieren a la planta un alto potencial nutricional.

De hecho, las semillas de chía es uno de los alimentos más ricos en nutrientes que existen. Están llenas de fibra, lo que ayuda a mantener un intestino sano, también son una gran fuente de grasas omega-3, que pueden ayudar a su cuerpo a evitar la inflamación y proteger su corazón. Todo ello ha provocado que sea un alimento que está de moda dentro de las dietas modernas.

En la época de los aztecas y los mayas , las semillas de chía eran veneradas como una fuente de superpoderes y fuerza. Hoy en día las bebidas de semillas de chía sigue siendo el uso más común pero hay muchas otras formas de incluir la chía en nuestra dieta. Se pueden usar secas como aderezo para ensaladas, tazones con otros cereales y yogur. También absorben bien el agua y son un ingrediente saludable para espesar batidos.