El fenogreco o alholva, es una planta originaria de la cuenca mediterránea, noreste de África y Asia occidental que lleva cultivándose desde la antigüedad. De hecho, existen documentos que relacionan el fenogreco con la cultura árabe y china por sus propiedades medicinales. También se conoce su uso en los procesos de embalsamamiento realizados por los antiguos egipcios.

De la planta se utilizan tanto las semillas, procedentes de su fruto en forma de vaina, que suele contener entre diez y veinte semillas de aspecto duro y cuadrado, como las hojas.

¿A qué sabe el fenogreco?

Las semillas de fenogreco tienen un sabor amargo, pero cuando se cocina y se combina con aromáticos y especias, se transforma y le da dulzura, como a azúcar quemado, dando profundidad de sabor a platos picantes.

Uso culinario

Habitualmente lo conocemos como una de las especias presentes en el curry aunque su uso va más allá. El fenogreco se puede utilizar para dar sabor a lentejas, arroz, setas u otras verduras, también combina perfectamente con guisos de carne de ternera o cordero, añadiéndola al sofrito.

Otra posibilidad es germinar las semillas y comerlas en ensalada, dentro de un sándwich o como adorno de un plato. Es una opción muy interesante porque al germinar las semillas transformamos los nutrientes y los hacemos más saludables y ricos para nuestro organismo.