El azafrán es uno de los condimentos más apreciados del mundo, muy utilizada en la cocina para dar sabor y color a los platos. Su nombre procede del árabe za’faran, que significa tornarse o ser amarillo.

Esta especia se extrae de los estigmas de la flor de la planta del azafrán (Crocus sativus), siendo su poder colorante el principal indicador (además del sabor y del aroma) de su calidad. Cuanto más altos los valores de la crocina, el carotenoide responsable del color de los estigmas, más alta la categoría a la que pertenece el azafrán.

El azafrán se conoce desde tiempos remotos. De origen oriental, esta especia alcanzó en seguida un gran valor comercial en Europa siendo desde hace muchos siglos una de las más caras del mundo. Actualmente el precio del azafrán puede alcanzar los 5.000 euros por kilo, debido a que para conseguir ese peso es necesario recolectar unas 250.000 flores.

Por sus características únicas, se utiliza como especia aromática y colorante en la cocina. Pero además de los usos culinarios para los que el azafrán funciona como un potenciador del sabor, las propiedades de esta especia hacen que sea también apta para usos medicinales: reduce el dolor, la inflamación, el colesterol, es bueno para el corazón…